¿De qué modo los vehículos más limpios, la fiscalidad y los combustibles alternativos pueden favorecer la sostenibilidad del sector del transporte?

El transporte representa una fuente clave de presiones medioambientales en Europa, especialmente de gases de efecto invernadero, contaminantes atmosféricos y ruido. Ocupa además grandes extensiones de terreno y contribuye a la expansión urbana descontrolada, a la fragmentación de los hábitats y al sellado del suelo. El tráfico por carretera es responsable de una gran parte de estos efectos negativos. La UE está, por lo tanto, comprometida con el objetivo a largo plazo de lograr un sistema de transportedescarbonizadoy no contaminante. Las soluciones tecnológicas y los «incentivos verdes» constituyen una parte importante de la estrategia de la UE para alcanzar este objetivo. Las soluciones tecnológicas abarcan desde la promoción de los vehículos eléctricos como alternativa a la tecnología del motor de combustión tradicional hasta el fomento de carburantes procedentes de fuentes renovables. Estos avances desempeñan un papel importante en la reducción de las emisiones a la atmósfera y, de este modo, en la reducción de sus efectos en el clima y la calidad del aire. Estas soluciones también permiten una mayor independencia de los combustibles fósiles y una menor exposición a la inestabilidad del precio del crudo. Los incentivos para ofrecer estas tecnologías más limpias en el mercado, combinados con una fiscalidad medioambiental, amplifican los efectos positivos de estos avances y ofrecen el impulso necesario para fomentar la innovación y las compras medioambientalmente responsables. 

Para más información sobre esta cuestión, consulte nuestra página web Vehículos eléctricos, TERM 2018 - Los vehículos eléctricos desde las perspectivas del ciclo de vida y la economía circular, o nuestro artículo informativo Los instrumentos fiscales que favorecen los vehículos eléctricos frente a los convencionales son más ecológicos.